martes, 13 de septiembre de 2011

Esplendor y gozo de la automatrícula

Usuario, contraseña,
icono, ratón, pestaña.
Se precisa buena maña,
me comenta quien se empreña.
Dificultad no pequeña
la que este proceso esconde.
Sin saber por qué ni dónde,
con desprecio virtual,
se constata que, al final,
el programa no responde.

2 comentarios:

  1. Ya pasó el verano.SI no el verano,las vacaciones.De vuelta me encuentro con una serie de décimas que iré leyendo poco a poco.Veo que tu capacidad creativa no decrece,parece que va en aumento.Que Dios te conserve esa perenne inspiración y que tu descendencia que lo vea(no creo que yo pueda ya ver mucha
    Ya estamos de nuevo en la brecha.Hasta pronto.Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Maica. La noto un poco pesimista a su regreso. Seguro que me acompaña, por lo menos, hasta las cinco mil décimas, y luego ya hablamos.

    ResponderEliminar