jueves, 5 de abril de 2012

Jesús de Pasión

En tu paso suspendido
mi infancia, mi ayer, mi vida,
la memoria sostenida
de los años que he vivido.
En tu paso, el tiempo ido
y el cansancio hecho oración.
Plata antigua, en el rincón
del que tienes Tú la llave,
Dios que en el pecho no cabe,
mi Jesús de la Pasión.

En tu paso, la verdad
que solo el silencio explica,
la luz que se multiplica
desde tanta oscuridad.
En tu paso, la heredad
del recuerdo y la emoción,
pues no alcanzo perfección
más hermosa que tu empeño,
Nazareno de mi sueño,
mi Jesús de la Pasión.

En la paz de tu semblante
lo que venga y lo que vino
y los pasos del camino
que me quede por delante.
Porfiado caminante
de mi eterna devoción.
Hay cosas que el corazón
sella a fuego, cal y canto.
Hondo, eterno Jueves Santo,
mi Jesús de la Pasión.

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